Blogia
Luna de agosto

Silencio...

Silencio...

El mundo teatral es un poco dificil.

Ayer mis profesores estaban doloridos, apenados. Hoy despedirán a un buen amigo y compañero. Un director genial y magnífico dramaturgo. No quiso vivir más y de forma radical se ha despedido de la vida.

Alguna vez en clase, se nos habló de él.  De sus genialidades dramaturga, de sus locuras teatrales. Un genio, nos decían. En el 95, se alejó del mundo que tanto y tanto le había proporcionado y al que tanto se había entregado.

En parte le comprendo...

 Desde hace poco más de un año,  mi idea de la vida y de la muerte ha cambiado; no así la del teatro. Me enamora y me apasiona. Afortunadamente sé vivir de otra forma, controlo esa adicción tan peligrosa a veces. Sabiendo como soy, podría hacerme daño.

A veces, no entienden mi forma de vivirlo con lo que me apasiona.

 Me gustan los trayectos, los ensayos y como ahora, cursos de reciclaje. Con una obra o dos subida al escenario durante todo el año,  me siento satisfecha, agradecida, no necesito más; matar el gusanillo.

 Despue tengo otra vida. El trabajo, mi  pareji, el hombre encantador del que me gusta hablar - un día me divorcia por tanta actividad - los hijos, los amigos que no son de teatro y muchas cosas más.

Me duele que alguien decida decir adios a la vida voluntariamente en plena soledad. Me duele tanto por todos lo que desde noviembre aquí de hace solamente un año se fueron cuando querían seguir. 

 

0 comentarios