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Luna de agosto

El tiempo pasa...

...Creo que escribí hace tiempo sobre ello, no lo recuerdo, de todas formas me apete hacerlo.

Yo tuve un amigo de esos de siempre.

 Nos queríamos mucho desde jovencitos. Me cantaba con la tuna una vez al mes, mi padre enfadado siempre le reñía.

Un día vino a conocer a mi primera hija, estaba contento y feliz, la miraba y me decía ¡¡ Qué niña más linda !! ¿Estás segura que la has parido tú?

Estuvo dos días...

Pasado un mes, nada de él sabía. Pregunté a mi familia, a los amigos comunes, nada me decían y pasado otro mes, le escribí enfadada por la desaparición. A los quince días de envíar la carta me llegó un paquete, un paquete grande, muy grande.

Su familia me enviaba la guitarra. Su guitarra - mi guitarra. Era medio mía decía en la carta, llevaba mi nombre, se lo puse yo.

La carta decía que un accidente le quitó la vida cuando volvía de verme y conocer a mi hija. Cosas de la vida, decía su madre.

Guarde la guitarra, la carta y cerré mi llanto, mi pena y seguí viviendo despacito, su pérdida fué como un trallazo.

Al cabo del tiempo, mirar la guitarra me producía un tremendo dolor que no se quitaba.

¿Qué hice? pues lo que hago siempre cuando algo me ahoga y no puedo andar.....quemarla en la hoguera de san Juan. Cuando sus chispitas de tantos colores llenaban la noche, me sentí mejor.

7 comentarios

Luna -

Tocada de nuevo, Manel.
Nos guían caminos inaccesibles....La guitarra no era solamente una guitarra.
Era tambíen miles de conversaciones, cuitas, secretos compartidos, cientos de kilómetros de marchas, demasiadas cosas, demasiadas.

gracias

Manel -

Las emociones se manifiestan y es bueno seguirlas. Nos guían por caminos inaccesibles a la razón pura. Alguien dijo: El corazón tiene razones que la razón no entiende. ¡Así sea!
Besos a tod@s,

Luna -

Helio, me haces pensar...
me gustan estas conversaciones recogiditas.
Mi hermana mayor me enseñó, que las cosas son cosas y nada más que cosas.
No soy nada visceral para ciertas cosas.
Nadie, excepto mi pareji, entendía que me atreviera a quemar una guitarra, creo que miraban la parte económica de ella, lo mío era otra cosa.
en parte me sentía culpable del accidente, él, mi amigo nunca me lo hubiera consentido.
él, mi amigo, era una persona vitalista, la guitarra tenía vida cuando la tocaba, la acariciaba o nos cantaba clavelitos. Sin él, la guitarra era un objeto inamimado, muerto, sin alegría, aunque la tocase el mejor concertista.
San Juan fué una preciosa noche aquel día y verla arder para mí, el mejor homenaje a su persona. No le gustaba verme triste.

Beso

helio -

Nos movemos de un lado a otro, angustiados por no poder acudir a un concierto, porque el coche se estropeó, porque no hay conexión a la red.
De repente un segundo basta para comprender que lo auténticamente importante apenas pasa desapercivido.
Tu texto me invita a reflexionar, a sentirme un privilegiado por poder compartir la íntima desnudez del alma.
Respeto, comprendo y comparto tu decisión. Soy también visceral. Me gusta coleccionar amuletos, inútiles enseres que aportan ilusión, mágica y buena energía.
El reproche y el desconsuelo sólo me sirve como bálsamo contra el dolor.
Metafórica o realmente el fuego convirtió en polvo de estrellas lo que a las estrellas pertenecía.
Te admiro.
PD: Personalmente no quitaría el post.
Esas estrellas, Luna, merecen nuestra admiración.

Luna -

El escrito desaparecerá poco más o menos en una hora...
No más.

salduba -

Hola Luna.
acabo de llegar de Sevilla, y todo muy bien.
Tus ecuerdos son entrañables
comprendo tu decisión, y la comparto.
Yo soy también así, cuando algo me duele, al verlo, cuando me hace ponerme triste, tengo que hacerlo desaparecer, para poder sobrevivir.
Una vez lo hice, con una carta...
hace tanto tiempo ya, que lo había olvidado, ¡Gracias a Dios!
Un beso

un árbol -

Puñaladas de la vida. Perder un amigo es como perder un trozo de uno mismo.

Te lo escuché contar de viva voz y te confieso... yo no sé si hubiera podido quemar esa guitarra, por mucho que me hiciera daño verla.

Un beso, linda.